Tag Archives: calabaza

Minestrone de algas y viandas

7 Ago

Las vacaciones de verano se acaban tras unas semanas en Suecia y en el sur de Francia con el reencuentro con amigos y algunos buceos, pero sobre todo la reunión de Vilás en Barcelona como va siendo costumbre. Paro en casa de mi primavera, Lili Vilá, es así como llamo a mi prima. En su casa coincidí por dos días con mis primos Hugo y Curry, uno que vino de La Habana y el otro de Miami. Las familias cubanas andamos por el mundo dispersas y cada medio decenio nos vemos, si tenemos suerte. Curry se mantiene en su línea de la comida sana (bueno, de hecho Lili y Hugo también, pero eso de las algas viene por el mayor de los Vilá). Me toca un poco la moral que por solo unos meses sea el mayor.

Era hora de contar con algo tipo vegano en este blog y éste plato bien podría ser el comienzo de un menú de degustación de cualquier restaurante, como el 7 días en Miramar, La Habana, Cuba – un lugar de La Habana en el que se puede comer con unas puestas de sol únicas y un producto marinero con propios toques.

Minestrone con algas y viandas

100 g de algas secas (wakame, kombu, gigartina roja)

200 g de zanahoria

200 g de calabaza

200 g de papa

200 g de boniato

2 dientes de ajo

20 g de brotes de soja

unas hojas de cilantro

1 cebolla mediana

eneldo seco

pimienta blanca fresca molida

sal

 

Colocar una cazuela con agua al fuego. Cuando rompa a hervir, cocer las algas por espacio de cuatro minutos para luego retirarlas del agua. Reservar el caldo tipo fumé* para seguir con la cocción de todas las verduras (bien cortadas previamente en brunoise) con el eneldo, pimienta blanca y sal a gusto.

Servir con las algas en el centro rodeadas de verduras para luego adicionar el caldo. Por último colocar los brotes de soja crudos y las hojas de cilantro.

Como colofón yo he realizado un espiral de yuca, frita en aceite de oliva, de forma optativa.

 

 

*caldo de un sabor determinado

Ajiaco marinero

16 Ene

Ajiaco marinero

No hay un plato tan ancestral en la gastronomía cubana como el ajiaco. Es una de las pocas cosas que sobrevivieron al expolio y exterminio de la colonización. Sé que las tribus taínos, caribes, recolectores, agricultores y pescadores intercambiaban sus productos. Estaría casi dispuesto a apostar que alguno de esos indígenas guisó sus verduras y tubérculos con productos del mar. No obstante, si no lo hicieron, nunca es tarde si la dicha es buena.

Creo que de aborígen no tengo mucho – ya me gustaría – pero sí he comido mucho ajiaco gracias a ellos y el producto del mar siempre ha estado presente en mi cocina, pues por qué no hacer de ambos una combinación como ésta.

 

200 g de pescado blanco limpio

200 g de calamares en anillas

400 g de gambas con cabeza

1 kg de mejillones frescos

150 g de camarones

1 yuca de porte mediano

2 boniatos de porte mediano

200 g de calabaza

200 g de papas

1 plátano macho

4 malangas medianas

4 mazorcas de maíz

2 zanahorias medianas

2 cebollas

1 cabeza de ajo

4 tomates maduros grandes

2 cucharadas de puré de tomate

1 vaso de vino blanco

orégano

comino

pimienta blanca fresca molida

sal

 

Pelar las gambas. Reservarlas.

Con los restos de las gambas, una zanahoria, cuatro dientes de ajo y una cebolla – cortado todo en trozos grandes  comenzamos sofriendo en una cazuela grande. Cuando comience a tomar color casi quemado, agregamos el puré de tomate. Removemos y ponemos el vaso de vino.

Colocamos 4 litros de agua en una cazuela de 5 litros. Cocemos por espacio de 20 minutos, quitando la espuma producida. Retiramos y trituramos bien en una batidora, colándolo luego por un colador fino. Sazonamos el caldo con orégano, comino, pimienta blanca y sal a gusto.

Limpiamos y cortamos toda la verdura en trozos medianos. Comenzamos a cocer en el caldo por éste orden: la yuca, el plátano, el maíz y el resto de las verduras. Seguimos con las anillas de los calamares. Casi al terminar, colocamos los camarones y el pescado blanco con las gambas peladas. Rectificamos de sal. Por último – ya casi con el vapor – colocamos los mejillones y tapamos.

 

Recomendaciones

Es importante que la yuca casi se ablande antes de seguir cociendo el resto de ingredientes y tener en cuenta los puntos de cocción de las verduras para que no nos queden duras. Como el ajico lo permite, no es necesario que las verduras estén al dente.

No cocer el caldo de gambas más de 20 minutos después de que rompa a hervir – puede dejar un sabor amargo.

El producto del mar puede variar de acuerdo a su gusto.

Flan de calabaza

7 May

Flan de calabaza

Debe ser por razones fonéticas que el flan de calabaza, a mi me recuerda al Marqués de Carabás. El flan de mi abuela no tenía botas, pero se devoraba tan rápido como las estocadas de aquel gato. En mi caso particular, la calabaza nunca fue santo de mi devoción – a pesar de que me tejían muchas leyendas con la calabaza y las pantorrillas, a mi me daba igual. Yo lo tenía claro: ni bailarín ni futbolista – ¿para qué tener unas buenas pantorillas? Creo que Maruja dio en el clavo con este postre y la calabaza comenzó a entrar en mi boca con gusto.

 

1 lata de leche condensada

800 g de calabaza

5 huevos

1 pistilo de vainilla

100 g de azúcar blanca

 

Flan de calabaza - ingredientes Flan de calabaza - fuente Flan de calabaza - entero

Romper los huevos y juntarlos con la leche condensada. Abrir el pistilo de vainilla a la mitad con un cuchillo pequeño. Limpiarlo bien, sacando toda la vainilla fresca y añadirla al huevo y la leche, removiéndolo todo.

Poner a cocer la calabaza (previamente pelada y limpia de semillas) con lo que queda de la vainilla. Cuando esté blanda, retirarle el agua. Al tomar temperatura ambiente, pasarla por un colador y con la ayuda de una cuchara mezclarlo todo.

Con el azúcar hacer un caramelo en una sartén a fuego mediano. Colocarlo en la base del molde y llevar toda la mezcla al molde con caramelo. Ponerlo al horno previamente calentado a 180 grados por espacio de una hora.

Retirarlo y virarlo sólo cuando esté frio despegando los bordes con la ayuda de un cuchillo fino.

Recomendaciones

La receta original de mi abuela llevaba una cucharadita de té de vainilla líquida concentrada aunque yo prefiero el pistilo fresco.

La forma de saber si el flan está listo, es pincharlo con un cuchillo fino o con un palillo. Si sale seco es la señal.

Cuidado al unir la calabaza:, de estar muy caliente, puede crear grumos.

No se debe batir como si de una tortilla se tratase, esto nos provoca espacios de aire en el flan que no son agradables.

Frituras de calabaza

4 Feb

Frituras de calabaza - plato Frituras de calabaza - zoom

Los postres rústicos caseros, como el boniatillo, el matarrabia y las frituras de calabaza no deben caer en el olvido, pues forman parte de nuestra cultura culinaria. La versión que expongo tiene la base de la receta original, adicionando solo unos toques para realzarla, como es el uso de limón y la cocción de la calabaza con una rama de canela.

Puede servirse con azúcar y canela o una salsa de caramelo, yo la pretendo realzar un poco utilizando una salsa de frambuesas (encontrarán la receta de esta salsa en Salsas y mojos).

 

200 g de calabaza

60 g de harina de trigo fina

1 cucharadita de polvo de hornear

60 g de azúcar blanca

1 rama de canela

aceite vegetal de sabor neutral

1 limón criollo (lima en Europa)

 

Pelar y cocer la calabaza con la rama de canela, 20 g de azúcar y un trocito de cáscara de limón.

Escurrir muy bien el agua, retirar la rama de canela y la cáscara del limón. Hacer un puré adicionando la harina, el azúcar restante (40 g) y el polvo de hornear.

Dejar reposar mínimo 30 minutos para que el polvo de hornear trabaje, proporcionando volúmen.

Freír en abundante aceite  por ambos lados y colocar en papel absorbente antes de servir.

Las frituras las he servido naturales, sin azúcar encima, pero cada cual puede poner lo que desee.

Crema de calabaza y boniato

3 Ene

Crema de calabaza

Cubanisamos una crema de calabaza.

2 calabazas pequeñas o en su defecto 1 de porte mediano

2 boniatos

1 cebolla

1 diente de ajo

Un chorrito de nata liquida

aceite de oliva, perejil y albahaca

sal y pimienta

Pelar la calabaza sin semillas, lo mismo el boniato, la cebolla y el ajo.

Cocer todo en un caldo de pollo preferiblemente casero.

Cuando está todo cocido pasar por la batidora, ya sea estacionaria o de mano, batir bien, añadir un poco de nata liquida, sal pimentar a gusto.

En la batidora un poco de perejil y albahaca con aceite de oliva.

En este caso, prefiero tambien la pimienta blanca.

Aquí sirvo la crema con mariquitas de plátano.